La fotografía de retrato es una categoría esencial, es la evolución natural de los retratos pictóricos y ahora no es sólo algo a lo que pueda acceder la nobleza.

Los desarrollos tecnológicos que comenzaron en la Era Industrial han avanzado tan velozmente, que la inasequible opción de ser retratado, se ha convertido de golpe  en una opción al alcance de todos.

Imagina la dificultad para conseguir un fotógrafo en 1900, o la suma que implicaba ser retratado por un pintor en los siglos anteriores. Si lo piensas bien, ambas maneras, fueron como el  «retrato corporativo» de la época: creado para darse a conocer y demostrar poder y supremacía sobre sus competidores.

Ahora el retrato en fotografía, parece haberse erróneamente convertido en un igualador de estamentos sociales; dado que crea la ilusión de permitir a todos formar parte para siempre de la historia.

retrato corporativo o cómo mostrar tu valor al pueblo

Retrato de Luis XIV, en 1701, por Hyacinthe Rigaud.

retrato corporativo, o cómo destacar entre la competencia

Retrato de una dama peruana, en 1907, por Emilio Díaz.

la masificación de la fotografía

La popularización de las tecnologías en los últimos 20 años, cambia el foco de la posibilidad de retratarse a la calidad del retratador.

La popularización de las tecnologías en los últimos 50 años, ha cambiado radicalmente el foco:

Antes se tenía o no se tenía la posibilidad de ser fotografiado, dependiendo del acceso a dichos servicios, habitualmente reservados a la franja más selecta de la sociedad, que al fin y al cabo era quien podía costeárselos. Sin embargo, actualmente acceder a una cámara de fotos es extremadamente sencillo, y hasta un niño pequeño puede hacer fotografías desde prácticamente cualquier dispositivo electrónico.

Entonces el Retrato Corporativo -que de base está destinado a diferenciarnos de la multitud, y de mostrar nuestro valor, haciéndonos destacar entre nuestros competidores- vuelve afortunadamente a las manos de los artistas: aquellos que puedan jactarse de poseer el conocimiento de la técnica, la luz, la edición y el amor por el detalle. En nuestro caso a través de la luz, cámaras, lentes y fondos, en vez de los pinceles y óleos de los retratistas de antaño.

¿Dejaría Luis XIV que le retratase su bufón de corte? ¿O se lo confiaría a un artista experto?

Estos avances tecnológicos tan profusos, han permitido una altísima especialización entre los profesionales de la fotografía, desarrollándose expertos en los distintos campos de la fotografía. Esta especialización se ha dado también por los elevados costos que implican las diferentes herramientas concretas necesarias para cada estilo.

Hemos podido acceder cada vez a equipos más potentes para la realización de nuestras fotografías: tenemos lentes cada vez más impresionantes que utilizar junto a los cuerpos ya de por sí impresionantemente capaces de nuestras cámaras; los flashes de estudio, las luces estáticas y los miles de difusores cada día son más y más específicos.

Todo esto ha derivado en estilos cada vez más definidos, que le permiten al profesional de la fotografía destacar notablemente entre la multitud.

«Y si tienes la suerte de encontrarte con una artista talentosa como Raquel, con capacidad de reproducir variedad de estilos, te aseguras la flexibilidad que deseas para conseguir los resultados perfectos que buscas para tu retrato corporativo.»

Según palabras de Roberto, uno de nuestros múltiples fotografiados.

Y ahora una advertencia que preferiríamos no tener que estar haciendo, pero que dadas las circunstancias, nos vemos en la obligación de hacer.

Si vas a invertir en servicios fotográficos para realizar por fin tus retratos profesionales, por favor, ¡busca la máxima calidad! y, sobre todo, no te dejes embelesar por precios irrisorios de amateurs que lo harán peor que tu «bufón de corte» con el móvil.

Invierte conscientemente en tus retratos corporativos, para no gastar doblemente por culpa de un trabajo mal hecho.

Desafortunadamente, nos han llegado ya demasiadas personas que han sufrido exactamente eso, por haber elegido priorizando el presupuesto antes que la calidad, y te aseguro que todos se han arrepentido de no elegir calidad a la primera, porque finalmente acaban gastando dos veces.

Supongo que yo aprendí bien joven la máxima de «Más vale calidad que cantidad», aquella vez que, fruto de la inexperiencia decidí comprarme dos pares de zapatos por el precio de uno (imagínense la calidad), y que jamás pude llegar a usar dado que ambos «casualmente» me hacían herida. Así que aprendí que fue «tirar dinero a la basura».

Así mismo entiendo que el hecho de priorizar «calidad antes que precio», me asegura compras de las que nunca me arrepentiré. Ya sólo compro zapatos cómodos y servicios que hagan lo propio: te envuelvan, te cuiden, y te den la calidad máxima que merece cualquier inversión hecha con cabeza.

Quizá nuestros retratos corporativos no son los más baratos del mercado, pero es sin duda porque invertimos todo nuestro tiempo y dedicación en que sean los mejores retratos que te puedan ser ofrecidos. 

Nuestro consejo es: ¡hazlo bien a la primera! Todo el mundo sale plenamente satisfecho con sus nuevos retratos de La Gallarda.

De hecho, invertir en fotografía corporativa profesional. también llamado retrato corporativo, es el nuevo modo de diferenciarse de la competencia, en este caos de información donde millones de imágenes nos abruman a diario.

Podemos realizar para ti fotografía profesional en Málaga, que te destaque entre tus competidores. Nada es tan relevante hoy en día como tener imágenes de calidad. Fotografías de la máxima pulcritud que destaquen tus virtudes sin necesidad de mucha parafernalia. El «más vale una imagen que mil palabras», está hoy de plena actualidad. En estos días de internet, en que casi todos contratamos servicios basándonos en las webs,  ¿No quieres ofrecerle tu mejor cara al mundo? ¿A qué esperas para tener tus propios retratos corporativos?

La fotografía corporativa, o fotografía para empresas, es uno de nuestros servicios más requeridos. Tanto si estás empezando, como si llevas 20 años en el sector, no hay duda: unos buenos retratos profesionales tuyos y de tu equipo van a ayudarte a crecer y a destacar.

El retrato corporativo de calidad le va a dar un empujón a vuestra trayectoria.